Este dulce es típico andaluz. Mi primer recuerdo de este dulce, es, las madres reunidas preparando pestiños y roscos en vísperas de Navidad.
Para 12 personas.
Ingredientes:
250 ml de vino blanco seco
150 ml de aceite de girasol
700 gr de harina aproximadamente
La piel de 1 limón
100 gr de azúcar
300 gr de miel o azúcar glass para decorar y bolitas multicolor
Preparación:
En una sartén pondremos el aceite a calentar y echaremos el limón para que se dore y el aceite coja sabor. Dejaremos enfriar y colaremos.
En un bol introduciremos el aceite frío, el azúcar, el vino e iremos agregando la harina hasta que la masa no se quede pegada en los dedos. Dejamos reposar la masa durante 30 minutos envuelto en un trapo limpio.
A continuación extenderemos la masa con un rodillo hasta que quede muy finita y cortaremos en cuadrados. Con éstos cuadrados cogeremos dos extremos opuestos, o sea, cogeremos el extremo superior derecho y el extremo posterior izquierdo y lo pegaremos con la misma masa apretando un poco para que no se abra.
Pondremos en una sartén abundante aceite de girasol para freír los pestiños. Cuando estén dorados daremos la vuelta y lo pondremos en un escurridor para que elimine el aceite sobrante.
Cuando tengamos todos los pestiños fritos, en un cazo añadimos la miel y calentamos a fuego medio, cuando esté bien caliente bañaremos los pestiños y los colocaremos en una fuente. Para los que no les guste la miel, se pueden espolvorear con azúcar glass.
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